síndrome del corredor

Síndrome del corredor o síndrome de la cintilla iliotibial

 

Síndrome del corredor

El “Síndrome del corredor” o “Síndrome de la cintilla iliotibial” es el nombre más conocido de una lesión muy frecuente entre los corredores: la tendinitis de la inserción peroneal de la Fascia Lata o cintilla iliotibial. La fascia lata es un tejido de tipo conjuntivo, rico en colágeno y elastina. Realmente es un tendón, corresponde al músculo Tensor de la fascia lata. Este músculo se sitúa en la cadera y es separador de la misma. La fascia lata recorre el muslo por fuera, y se encarga de estabilizar cadera y rodilla durante sus movimientos.

Sintomatología

La tendinitis de la fascia lata o “Síndrome del corredor” incluye un conjunto de síntomas en el paciente, tales como:

  • Dolor intenso en la rodilla por fuera, a la altura de la corva, en la cabeza del peroné. Inflamación visible en la zona y dolor al tocar.
  • A veces el dolor sube por el lateral del muslo y llega a la cadera, o se irradia a lo largo de la pantorrilla.
  • Duele en frío, al arrancar, pero una vez comienzas a correr se calma, para volver a doler de forma intensa tras terminar el entrenamiento.

¿Por qué se produce?

Durante la carrera, la cabeza del peroné se mueve a la vez que se mueve la rodilla, de forma cíclica y con un vaivén de fricción sobre el tendón de la fascia lata que puede llegar a irritarlo. Tanto que a veces produce daño y el tendón se inflama, dando dolor cada vez que la fricción se produce (andando, corriendo).

No siempre les ocurre a los corredores, pero su mecanismo lesional sí tiene que ver con movimientos similares a la carrera. También es frecuente que se presente debido a debilidad de la musculatura separadora de la cadera, por una excesiva pronación del pie, por dismetría de cadera o por una mala elección del calzado deportivo.

Soluciones

Si sufres alguno de estos síntomas, seas o no seas corredor, no tardes en acudir a consulta de Fisioterapia. Una tendinitis que no se ha tratado y se hace crónica puede acabar en lesiones más graves, dañar el tejido conjuntivo de la cintilla y requerir reparación quirúrgica. Además de tener que abandonar la práctica deportiva ante la imposibilidad de seguir la carrera por el dolor tan intenso que se produce durante y después del entrenamiento.

Siempre que el origen sea la pisada o el tipo de calzado deportivo, además de solucionar cuanto antes la inflamación del tendón con un tratamiento de fisioterapia intensivo, te recomendaremos que acudas a tu podólogo de confianza. Él te podrá evaluar la pisada tanto en estática como en dinámica y puede corregirla con elementos ortésicos como plantillas ligeras que caben en cualquier tipo de calzado.

 

 

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