¿Por qué es bueno hacer pilates durante el embarazo?¿Y por qué con un fisioterapeuta?
Se ha puesto de moda el Pilates en España. Lleva décadas en otros países siendo una de las prácticas de actividad física diaria más realizada. Pero cada vez más vemos que lo están incluyendo en programas de preparación al parto, u ofreciéndolo a mujeres embarazadas como algo beneficioso para ellas.
No solo es bueno para ellas, sino que es bueno para la vida fetal. Es decir, practicar Pilates terapéutico bajo la supervisión de un fisioterapeuta experto durante el embarazo beneficia a la mamá y al bebé. Os voy a contar algunas de las muchas razones del porqué.
- Mejora la frecuencia cardíaca del feto.
- Aumenta la sensación de salud en la mujer.
- Trabaja la musculatura del suelo pélvico, previniendo la incontinencia urinaria y/o fecal.
- Disminuye el riesgo de cesárea y facilita la fase del expulsivo. Además, con el Pilates terapéutico fortalecemos la musculatura abdominal y perineal profunda, lo que nos conviene para esta fase del parto, puesto que es la más resistente durante los pujos.
- Existe un estudio conjunto de la Universidad Europea de Madrid, la Politécnica de Madrid y la Universidad de Granada que indica que el ejercicio moderado de hasta tres veces por semana en el segundo y tercer trimestre disminuye el riesgo de que el bebé tenga sobrepeso hasta un 50%.
- Algunos estudios están publicando que disminuye el riesgo de que el bebé se presente de nalgas, puesto que ayuda a un mejor encaje del bebé, ya que con el entrenamiento el útero se sitúa más elevado y disminuye la presión de la pelvis menor.
- Gracias a la respiración abdominal que se realiza durante el Pilates terapéutico se Moviliza el diafragma, el principal músculo de la respiración, retraído por el poco espacio que va quedando dentro de la tripa a medida que el embarazo avanza.
- Una correcta tonificación de la musculatura de la faja abdominal durante el embarazo previene la aparición de diástasis de los rectos del abdomen después del parto. Diástasis significa separación, en este caso de este músculo abdominal, dejando flacidez, aumento del abdomen, a veces dolor e incluso la aparición de hernias umbilicales. Pero hay que tonificar con cuidado, si no lo hacemos con un fisioterapeuta que adapte los ejercicios, podemos hipertrofiar el recto del abdomen (la famosa tabletita) y, aunque no lo desarrollemos mucho, podemos hacerlo rígido, facilitando el proceso de separación de los rectos.
Como veis, son muchas ventajas. Pero debemos valorar siempre la situación de cada paciente. Es por esto que quiero mostraros alguna de las contraindicaciones relativas o absolutas de esta práctica clínica, como:
- Preeclampsia. Si la paciente tiene diagnosticada esta condición por su médico de familia o ginecólogo, debemos siempre consultarlo con él y, si fuera necesario, obtener una autorización de tratamiento por escrito por su parte.
- Diabetes gestacional. Valorable según la paciente.
- Aborto previo al embarazo actual. Si es así, nunca debería la paciente practicar ninguna actividad física intensa durante el primer trimestre de embarazo. Los siguientes trimestres siempre que el médico nos dé el visto bueno.
- Problemas cardíacos o pulmonares y/o placenta previa. Suelen tener una contraindicación absoluta, es decir, no deberíamos practicar Pilates terapéutico si se da una de estas circunstancias.
¿Por qué es beneficioso practicar Pilates terapéutico en pequeños grupos?
Muy sencillo. Porque todo compartido es mejor. Porque a veces el embarazo supone temores, miedos, indecisión e inseguridades. Si tenemos alrededor a alguna persona que esté pasando por una situación parecida, o si nos enseñan otra perspectiva, nos puede ayudar mucho.
En nuestro centro lo realizamos en grupos muy reducidos, de tres personas. Fijaos que, mientras más personas haya en una clase, más repartida estará la atención del fisioterapeuta. Para que una embarazada pueda hacer Pilates terapéutico tranquila y sin que se produzcan problemas durante el mismo, el fisioterapeuta debe estar pendiente al 100% de sus pacientes y observar cambios, actitudes y movimientos al milímetro. Creemos que tres es un buen número para que nos sintamos acompañadas y para que no haya muchas distracciones durante el desarrollo de la sesión.
¿Por qué con un fisioterapeuta?
Estas son ideas generales del concepto de Pilates terapéutico en una embarazada. No es lo mismo un Pilates terapéutico que la práctica corriente de Pilates. El Pilates es un concepto, y los fisioterapeutas nos servimos de él para adaptarlo a las condiciones de salud de nuestros pacientes. Si estamos embarazadas o queremos prevenir o tratar alguna lesión o condición física, no debemos hacer otra práctica que no sea Pilates terapéutico.
No olvidemos que cada paciente es un mundo, que no somos todas iguales y que cada embarazo es distinto. Por tanto, si te decides a empezar a hacer Pilates terapéutico hazlo con un fisioterapeuta formado, y pon en conocimiento a tu médico de familia o ginecólogo. Podéis comprobar que hay algunas situaciones en las que no conviene hacer ejercicio físico, o convendría que quien dirige la clase tuviera conocimiento de dicha patología o condición para no jugar con la salud.
No os recomendaría hacer nunca Pilates terapéutico en otro lugar que no sea dentro de un centro de Fisioterapia bajo el seguimiento y la atenta mirada del fisioterapeuta experto en la materia. Con nuestra salud y la de nuestros bebés nunca juguemos.