¿Cómo reconocer la fascitis plantar o inflamación del tejido fascial?
La fascitis plantar consiste en un dolor fuerte en uno o varios puntos de la planta del pie, cada vez que lo apoyamos. Realmente es una inflamación del tejido fascial de la planta. Se produce porque el impacto que realizamos sobre los talones (sobre todo corriendo, o con deportes que impliquen correr como fútbol, baloncesto…) llega a sobrecargar tanto a los músculos de la planta del pie que acaba alertando al cuerpo de esa manera. Hay veces que la planta del pie absorbe más el impacto de la carrera porque los músculos de la pantorrilla, que también tienen que absorberlo, están acortados o cargados y no cumplen con su función. Así que ¡Le toca trabajar el doble a tu fascia plantar!
¿Cómo diagnosticarla?
En primer lugar, hay que explorar bien y descartar problemas de gemelos, de sóleo, antiguas tendinitis de Aquiles que no mejoran, la presencia de espolón calcáneo, que tengas pie cavo muy acentuado, etc., antes de empezar a tratar la planta del pie sin más.
Es muy importante que identifiquemos el origen de la inflamación de la fascia plantar. Sobre todo si se trata de un exceso de tiempo posicionado de pie o si es una sobrecarga por una actividad física o un deporte determinados. Si la causa, por lo contrario, no la encontramos directamente en la planta del pie, tenemos que observar el estado de la musculatura que hemos mencionado antes, la de la pantorrilla.
Observación
El tríceps sural está compuesto por los músculos gastrocnemios o gemelos y el sóleo.
- Los gemelos son músculos biarticulares, es decir, se insertan tanto en el calcáneo a través del tendón de Aquiles como en los cóndilos femorales. Por tanto, una debilidad o contractura de gemelo puede venir derivado de problemas de rodilla.
- El sóleo en cambio no llega a la rodilla y se queda en la pantorrilla, llegando al calcáneo de la misma manera que los gemelos, a través del tendón de Aquiles. Cualquier problema en el tríceps sural hace que no absorban su parte del impacto que hace el calcáneo o talón en el suelo al correr andar o hacer algún ejercicio físico, y que sea la planta del pie la que trabaje por los dos.
- El tendón de Aquiles debe estar en buen estado y no estar retraído, acortado o inflamado. De lo contrario, no repartirá bien las tensiones al tríceps sural y la amortiguación por parte del mismo no será eficiente, volviendo a sobrecargar el tejido plantar.
- El estado de nuestro calzado puede ser demasiado rígido, demasiado blando, demasiado grande o demasiado pequeño para nuestros pies, puede hacenos pronar o supinar cuando no debería hacerlo, si la suela del zapato está más gastada por una zona que por otra. Si no tenemos buen soporte y el pie no se apoya por igual, no tiene libertad de movimiento o tiene demasiada, usamos demasiados zapatos de tacón, puede hacer que desarrollemos fascitis plantar.
- Un aumento de peso brusco o un exceso de bipedestación, es decir, de estar de pie, teniendo que sorportar más peso del que el pie está preparado para soportar, también puede dañar la fascia plantar.
Una vez detectada la causa de la inflamación, pondremos todos los medios para poder solucionarlo y aplicaremos el tratamiento de Fisioterapia que mejor se adapte al paciente para garantizar una recuperación lo más temprana y efectiva posible.