cervicalgia

¿Cefalea, mareo y vértigo? ¿Sabes qué es la cervicalgia?

Cervicalgia

Es frecuente que ocurra que, tras un período prolongado de tensiones musculares en la columna cervical y en la musculatura profunda de la nuca, el paciente que sufre cervicalgia desarrolle dolores de cabeza, mareos ante cualquier movimiento de la cabeza o, sin siquiera moverse de la cama, sufrir vértigo.

El aparato vestibular es el que se encarga de informarnos de la posición de nuestra cabeza y conseguir mantener así un equilibrio coordinándose con el sistema nervioso central. Si la cabeza no encuentra estabilidad debido a problemas estructurales de la columna cervical, su sustento, da una información confusa al aparato vestibular, que se encuentra en el oído interno, en cuanto a la posición de la cabeza se refiere. Al no interpretar bien la información, se desencadena la sensación de mareo e incluso vértigo.

Ejercicios aconsejados

Si te encuentras en esta situación, o sufres frecuentemente cervicalgia y temes llegar al punto que acabamos de describir, prueba con estos ejercicios que puedes realizar cómodamente en casa o incluso en tu puesto de trabajo, si te lo permite. Son ejercicios que sirven para elongar la musculatura cervical acortada, colocar la cabeza en la posición más adecuada y autoelongar la columna vertebral para evitar tensiones en toda la espalda.

Posición adecuada

La posición más correcta de nuestra columna cervical con respecto a la cabeza es la de ligera flexión cráneo-cervical. Esta posición conlleva retraer o llevar hacia la parte posterior la mandíbula, de forma que saquemos “papada”. Así no solo evitarás tensiones musculares cervicales futuras, sino que centrarás la cabeza y tu aparato vestibular encontrará mejor la posición de referencia para enviarnos información de nuestras posiciones y evitar el mareo.

Primer ejercicio
  • Túmbate boca arriba sobre una esterilla. Dobla tus rodillas dejando tus piernas paralelas y los pies apoyados totalmente. Coloca una pelota de tenis o similar bajo la nuca. Mueve tu cabeza sobre la pelota de forma que recorras todo el nacimiento del pelo, la base del cráneo. Hazlo muy despacio, como si fueras a cámara lenta, y deja por completo caer el peso de tu cabeza sobre la pelota, ¡No dejes la cabeza en el aire! 
Segundo ejercicio
  • En la misma posición, sin moverte, deja la pelota y apoya la cabeza en la esterilla. Repite varias veces el mismo movimiento: mete de manera exagerada la barbilla hacia adentro, como sacando «papada» (lo llamamos doble mentón) y luego sácala ligeramente.
Tercer ejercicio
  • Después, y sin cambiar de posición, deja la barbilla metida hacia adentro y no la saques. Gira la cabeza hacia un lado, y luego hacia al otro. Pero, ¡Sin perder el doble mentón!
Cuarto ejercicio
  • Siéntate en una silla en la que estés bastante recto. Coloca tus hombros abajo y deja el pecho abierto. Haz el doble mentón y, esta vez, crece hacia el techo desde la coronilla estírate hacia arriba hasta que la espalda esté totalmente recta. Si tienes coleta, imagina que te están tirando de ella hacia el techo.
Quinto ejecicio
  • Tras un par de minutos esforzándote en crecer, y manteniendo la barbilla también adentro, a la vez pégala al pecho y deslízala sin despegarla haciendo semicírculos, de un hombro a otro.

 

Este trabajo es individual y te invitamos desde Verafisio a llevarlo a cabo a diario para que realmente seas agente activo de tu salud. Siempre bajo la recomendación de tu fisioterapeuta y teniendo en cuenta las características de nuestra columna y el origen de nuestros síntomas. Ponte en nuestras manos si te encuentras en esta situación para realizar un tratamiento individualizado y recuperar el estado de bienestar y salud que teníamos.

 

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